Erase una vez una noche de invierno muy cruda , con el cielo sin luna ni estrellas, oscuro por el aguanieves y un manto blanco cubriéndolo todo. Una noche de miedo ...
La nieve vestía los árboles. Grandes álamos sufrientes, cipreses teñidos, 0livares plata y verde, ahora con atuendos tenebrosos, tiritando de frío.
Las nubes se amontonan, unas sobre otras y comienzan a caer copos de algodón helado, haciendo un ruido blando sobre la hierba que volviéndose nada esconde su verde.
Los caminos están arrugados, alfombrados con manchones de plata.
El caserío se esconde tras las muselinas de la niebla y apenas alcanza a vislumbrarse a través de los resquicios de las ventanas de madera, las candelas temblorosas que rezan suavecitas.
En medio de tanta soledad, camina un niño aterido, buscando refugio. Un matrimonio de ancianos lo recibe, le cambian las ropas empapadas y le dan un tazón de sopa bien caliente. Se sienta cerca de los leños encendidos, lenguas de fuego voraces. Luego le ofrecen un lecho con sábanas blancas que huelen a lavanda.
Durante la noche , el niño se convierte en ángel de oro. Antes de despedirse, por la mañana, toma la ramita de un pino y se la da a los abuelos diciéndole que lo siembren y prometiéndoles que cada año daría frutos.
Y así fue. Todas las Navidades el árbol se llena de manzanas de oro y nueces de ámbar.
Y colorín colorado ...
Precioso cuento muy acorde con las fechas que se avecinan.
ResponderEliminarBesos
Gracias José Manuel. Un placer ! besos de luz.
ResponderEliminarIdeal para estas fechas, este cuento ideal:)
ResponderEliminarSaludos
Gracias Trini. Me alegro que te guste. besos de luz.
ResponderEliminarQué hermosa historia, fue al pago a los ancianos por su buen corazón.
ResponderEliminarMe alegro que te guste Yanna, besos de luz.
ResponderEliminarQue ternura!
ResponderEliminarManzanas de oro y nueces de àmbar, la frutilla del postre para culminar tu màgico y bello cuento.
Un abrazo grande querida M. del Carmen.
GRACIAS ADRI. Me hace tanto bien tu comentario . Soy muy insegura. Gracias desde mi corazón. besos de luz.
ResponderEliminar
ResponderEliminarGabriel Mariano Soto Mucho mas pulido el lenguaje, mas envolvente y maleable al tacto a la imaginación pura Otra vez una belleza en las construcciones que se elevan como buscando apoyarse en la punta del árbol porque es ilimitada la capacidad de crear climas que transportan crean una realidad diferente Alli esta la potencia que Dios quiera traspase la estrella del arbolillo y se posiciones donde Dios mismo esta
El más hermoso cuento que he leído sobre el árbol de navidad. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEs una suerte poder leer las letras de un corazón tan bello y sensible.
Abrazos con MUCHA LUZ... : )))
Gracias Lola. Un placer que te guste. besos de luz.
ResponderEliminarQ lindo! Otro, otro!!
ResponderEliminar