jueves, 11 de septiembre de 2014

ENSEÑAR ES AMAR.

Mis ojos van
de estrella a estrella ... 
se asemejan a ellos ...
cada uno y su luz ...

¡son incontables ...
universo de luces
cientos de niños
      que amé 
   y me han amado ...
gotas de jade
palomitas de azúcar
        habitan en mi sangre
                 en mis entrañas
                y en mis huesos.

Mi alma vuela
burbujeante de dicha
   entre risas y besos
         recordándolos ...

Mi alma y su belleza
      de pájaro de sol.


  En el Día del Maestro, mi humilde homenaje 
a mis niños y a mis colegas. Todos los que han compartido 
esta larga vida mía.