sábado, 12 de octubre de 2013

TALLER DE LECTURA PARA ABUELAS. ( cuento )

Me atraen  los cuentos. No tuve la suerte de que me los contaran
para dormir, ni para reir , ni para nada. Y quedó ese hueco hondo y oscuro que nunca se pudo rellenar.
Aprendí a leer de muy chiquita . Me leía cuentos a mí misma, les
inventaba cosas , los adornaba, les tejía fantásticas historias y me 
iba a vivir con ellos por largas horas.
No recuerdo que nadie me reclamara ...
Siempre pensé que los cuentos nacen para ser contados ...

Sé de una joven , profesora de Filosofía y letras , con una vasta 
cultura a cuestas y una sensibilidad de princesa.Tiene poco más de treinta años y lleva a cabo una experiencia impresionantemente 
maravillosa. Ha creado un Taller de Lectura para Abuelos.

Mi provincia es muy especial , generadora de embrujos y pasiones, 
con lugares paradisíacos que son verdaderos paraísos terrenales.
El interior de Corrientes es bellísimo , sus pueblos son muy ricos 
históricamente y dueños de una vegetación exhuberante en todas las gamas del verde . Actualmente la gente con poder adquisitivo se va ganando esos lugares y levantan sus casas quintas con piletas de natación  y cuanto chiche se le ocurra a uno pensar.De todas maneras sobran extensiones salvajes , arboledas interminables y la cinta de cobalto de ese Paraná que enamora a la primera mirada.

Vuelvo a Lucía , un ser luminoso , a veces , si se la observa con detenimiento se le pueden ver las alas. Como también pueden 
descubrirse las hadas que la rondan.
Ella, como les dije, tiene un Taller de Lectura para los Abuelos, en un pueblo antiquísimo , tranquilo y borracho de belleza natural.
Hay una plaza suave y humilde pero siempre ordenada que si te sientas en sus bancos llega ese abrazo que uno siempre anda buscando.
El Taller funciona todos los sábados de todas las semanas y sus
asistentes son abuelas que vienen de adentro del monte , con anhelos de saber, casi analfabetas , trocitos de dulzura , corazón de reinas.
Forman un círculo y se sientan sobre una preciosa colcha fabricada 
con retazos por las manos de hada de la abuela de Lucía que orgullosamente les cuento, es mi amiga.Por ahora sólo asisten mujeres, porque siempre somos las más valientes.
Lucía lee, con esa tierna tonada correntina, modulando con excelencia, respetando pausas y lo debe hacer muy bien porque fascina a su auditorio.
Se toman recreos ,  algo fresco , que acompañan con cositas ricas que traen las alumnas . Se hace silencio... cientos de soles caen sobre esas cabezas cansadas , llenas de la sabiduría de la vida.

Los árboles saludan a las estudiantes con una gran reverencia y las 
mariposas se posan sobre esas manos callosas, de venas azuladas
que tanto saben de este mundo nuestro y se preparan silenciosamente para la eternidad. 
Hay una viejita adorable ,llena de risa, arreglada con mucha pulcritud, pura arruguita, sobre la cabeza , un pañuelo blanco.
. Ella trae chipá cuerito , aún están calientes, los más ricos que se puedan imaginar. Nunca falta. 

En alguna oportunidad, Lucía la notó cansada y le preguntó si estaba bien.
   -No es nada, m' hija . Anoche anduve de bailanta . La de los viernes a la noche.
   - ¿Usted baila, abuelita ? preguntó la joven, a punto de sufrir un infarto. 
   - -¡Claro...!
   - ¿Qué baila...?
   - Chamamé y cumbia, pues.

       ¡APLAUSOS PARA LUCIA !!!
         Un ejemplo a seguir para abandonar la negritud.

¡APLAUSOS PARA LAS ABUELAS GANICAS !!
     con toda la vida por delante.

  ¡¡APLAUSOS PARA ESA VIEJITA DE MIEL !!
   hacedora de chipá , abuelita de azúcar , para abrazar y abrazar
       sin punto final.
                                  María del Carmen Názer.