jueves, 22 de noviembre de 2012

EL AMOR DEVOTO ..

   J. K. ACKERLEY vivió entre 1896 y 1967. Estudió en Cambridge, combatió en la GRAN GUERRA, pasó un año y medio en campos de prisioneros en Alemania. Estuvo en la India sirviendo como secretario de un Maharajá. Es el autor del libro " Mi perra Tulip ", una joyita literaria que amo muy especialmente.
   Debe de haber pocos libros tan hermosos sobre la relación de un hombre con un perro.
   Trata del AMOR PERFECTO, una metáfora ideal.


   Tener una mascota es tocar el cielo con las manos, es tener el corazón abierto, limpio y generoso. Porque es dar y dar ...recibir y recibir ...
   Mi perrita es una caniche toy y se llama LUNA. Llegó a mí, caída del cielo, cuando tenía apenas cuarenta y cinco días de vida. Entonces, yo sólo quería estar sola, era un nudo de dolor. rumiando mi desgracia, en uno de los inviernos más crueles de mi adversidad.
   Me la trajo mi pequeña nieta. La colocamos en una cajita de cartón y tardó un suspiro en acomodarse en mi cama. Con ella, volví a encontrar la clave para seguir ... Se convirtió en la guardiana de mi alma. Es un torrente de ternura, un mar de complicidad.
   Confía en mí ciegamente, sabe que no la voy a defraudar y me entregó su corazón para siempre.
   Tiene un hambre de mimos y caricias que nunca se sacia. Cuando algo o alguien la asusta, viene corriendo a meterse debajo de mi pollera, como hace un niñito con su mamá.
   Dicen que el perro y el amo llegan a comprenderse de una manera mimética y así es.
   En este vínculo de amor  sólo hay algo que me hace ruido en la panza, un nudo que no puedo desatar. No darle a LUNA la vida plena que ella se merece, porque vive encarcelada cuando podría  correr libre y feliz , por plazas llenas de verde.


   Me gustaría regalarle la sombra de un dulce castaño, el vuelo en la brisa de una mariposa dorada , la lanosidad de los árboles abrazados, los campos salpicados de flores silvestres, un jardín rebosante de sol, un arroyo serpenteando entre las piedras. Me gustaría compartir con ella el perfume de mis jazmines.
   Trato de compensar las ausencias admirando la majestuosidad de la naturaleza , a través de videos.Arropada en mi regazo ella escucha música celta, relajante  y se va durmiendo suavemente, acunada por la repetición de los mantras.

   Om mani padme hum.
   Om mani padme hum.

   En esos momentos , mi alma ¡ tan dañada !, agotada de buscar descanso se entrega,  y me doy cuenta , al fin, que encontré el refugio donde quiero quedarme y caminar en la luz ...