viernes, 23 de octubre de 2015

LÉANME !!!!!

   TODOS  SOMOS  RESPONSABLES

   Flota en el aire una gran desmesura de emociones
y uno carga con eso hasta el hartazgo.
Ahora, al fin, llegó la famosa veda , que mucho tampoco 
se respetó. Pero los alaridos del país, abierto en canal
como una granada madura , no se pueden acallar.

   Debiéramos tener clemencia por los niños, que ya 
no tienen ganas de jugar, desnutridos, que terminan
muriéndose de hambre.
   No hay tiempo para sentimentalismos.Hay que mantener el poder,
a como dé lugar.

Debiéramos pensar en los viejos, convertidos en 
trastos inútiles, tristeando por los fríos pasillos,
hacinados en geriátricos donde la ternura no se conoce.

   Debiéramos sufrir por los jóvenes, rehenes de 
la cocaína , el paco o qué sé yo, cuánta porquería, 
con las neuronas destruídas . 
   Sin futuro, sin esperanzas, con el desencanto a cuestas,
urgidos de todo.

Debiéramos rasgarnos las vestiduras cuando nos enteramos
de las mujeres, las más de las veces, niñas, violadas,
molidas a palo, muertas a puñaladas, tiradas en basurales.
   Mujeres rotas. Asesinadas. Ultrajadas

   Debiéramos pararnos a ver a los políticos corruptos,
atiborrados de plata, dándose todos los gustos, habidos
y por haber.
   Guardando la miel de los panales sólo para ellos.

   Debiéramos enfurecernos ante los funcionarios públicos
desde los más encumbrados, insultando nuestra inteligencia,
haciéndonos creer que habitamos el paraíso terrenal.

   Debiéramos tomar conciencia que
        TODOS SOMOS COMPLICES .

   Ojalá el domingo amanezcamos iluminados
y en un acto de arrojo hagamos lo mejor para todos.
   La Argentina se lo merece y nosotros también.

   Construyamos nuevamente la unidad. Seamos compasivos
y generosos.
   Escalemos la cima de los sueños, miremos el cielo
y contemos las estrellas.
   Porque no hay ley ni discurso que valga la pena
si no ponemos el corazón y lo ofrecemos. 

   CAMBIEMOS por nosotros, por nuestros hijos 
         y por nuestros nietos.
                               
                                María del Carmen Názer.