sábado, 11 de enero de 2014

UN CUENTO DE VERDAD.

                  "Para tu risa
                   quiero extraviar
                   canicas en los charcos ".       
                                    Trini Reina.

Ella seguramente vino de nalgas, como los bebés
en partos difíciles. Quiero decir que vino mal 
de entrada. De otra manera no se pueden 
acumular tantas desgracias en tan poca vida.
La madre, Mariasinha, ya portaba la locura.
Recorría las calles del pueblo ofreciéndose.
Era hermosa y tenía el agregado de la locura
lo que eximía de compromisos a los hombres.
Mi abuela recogió el fruto de su vientre que 
no había sido preparado para la vida.
A la beba la llamaron Blanca Elena , pero
como tenía ojos chiquitos y redondos,
dos canicas negras con chispitas de sol,
la bautizaron Bolita y le quedó para siempre
¡maldita costumbre ...!
Nos criamos juntas , pero ella siempre fue 
segunda. Su destino no tenía para ella
asientos de primera.
Era preciosa , tenía  la piel blanca y suave,
una piel de princesa , era muy alta ,
delgada como un junco y una cintura de avispa.
Siempre estaba en mi casa pero ni bien
ese capullito se convirtió en una rosa silvestre
 deseada llegaron los depredadores.
Pasó lo que tenía que pasar.Tuvo cuatro hijos 
de distintos padres.
Yo me casé y dejé de verla pero entre idas y venidas
llegó a mi casa buscando refugio y se quedó.
La rosa ya no era la misma, estaba ajada, manoseada
sucia y había tomado posesión de ella 
una visitante cruel y desgraciada . La esquizofrenia.
De todas maneras, no era agresiva. No conmigo.
Al poco tiempo se casó con un buen hombre pero enfermo.
de chiquito tuvo meningitis y le quedaron secuelas
que Bolita no estaba dispuesta a tolerar.
Para loca ya estaba ella ...¿ no...?
De ahí en más, se pegó a mí, literalmente.
¡llegué a quererla tanto !el amor y el dolor juntos
hacen una combinación peligrosa.
Yo era muy joven y todos me mimaban
a Bolita le fascinaba saltar los charquitos de agua
cuando llovía . Me contagió . Cuando podíamos
saltábamos charquitos.
Si yo iba al centro, Bolita me encontraba.
Era una campanita y me hacía reir mucho.
Hablaba a los gritos. Todos la miraban. 
Ya sé: era políticamente incorrecto.
A mí no me importaba, siempre fui y sigo
teniendo mi costado transgresor.
Le gustaba todo lo mío.Se vestía y se calzaba
conmigo.
Cuando olía que me había comprado algo nuevo
tenía un método que no fallaba para sacarme
aquello que le gustaba. -¿No te da vergüenza ?
- me decía - "Tanto rezo, tanta iglesia y no 
apendiste nada.."
¡Pobre Bolita ! la vida le dio tan poco !
Yo trataba de compensarla de alguna manera.
Le guardaba todo lo que pudiera servirle. 
Había engordado mucho. Los remedios
suelen producir esos efectos.Mi mamá 
se ocupaba de que no le faltaran los medicamentos.
En poco tiempo tuvo dos infartos , pero los superó.

Agosto 31 . El tiempo aullaba. Se venía la famosa 
tormrnta . Bolita siempre venía muy temprano,
cosa que a mí mamá le molestaba. Ese día se 
llevó un conjuntito de blusa azul celeste con pequeñas
florcitas ¡ le gustó tanto ! se lo apropió.. Cuando se iba
ya al pie de la escalera me dijo -"No sé si vengo más"-
No lo tomé en cuenta . Ese día había llovido. Miré
por la ventana y la ví irse saltando los charquitos.
A la madrugada me avisaron que Bolita había 
muerto de un infarto masivo.
Cuando la ví en el ataúd con el conjunto que se había
llegado el día anterior, se me estrujó el corazón.
Me acerqué a verla ,tenía una expresión de paz 
y una dulce sonrisa.Estaba feliz.
El sacerdote que vino a rezar el responso parecía
conocer a Bolita de toda la vida. 
-Blanca está ahora en una maravillosa mansión
llena de luces - dijo el Padre -Está feliz. Sonríe.-
y otras cosas que no recuerdo. Juro que la ví en esa
mansión, rodeada de angeles y seres queridos.
¡He llorado tanto por Bolita...!  ¡La he echado tanto
de menos ...!
Fue allí que descubrí que Bolita era una de las personas
que más había querido.
Seguramente ella, desde el Paraíso, me hizo entender
que su corazón tenía un amor tan inmenso para mí,
que yo sólo podía devolvérselo. Así nos alimentábamos.
Dando y recibiendo. por muchos. muchos años.
Tengo la absoluta seguridad que cuando nos encontremos
saldremos a saltar charquitos de agua , riéndonos a 
las carcajadas.
Bolita se fue ya hacen como ocho años. Aún hoy, me parece
verla saltando charquitos.

 Sólo quiero agregar que no me quedó ninguna deuda
con Bolita, que la protegí contra viento y marea
por eso cuando la recuerdo sólo tengo sonrisas 
para ella.
Este es un cuento de verdad. No tiene una gota de ficción.

                     "Uno de los lados más escogidos
                       de mi corazón
                      se ha quedado
                                        como un rincón vacío."
  Miguel Hernández  ( ante la muerte de su amigo)