martes, 6 de noviembre de 2012

Y MI VEJEZ SERA CONTENTA ...

            "Si las palabras no sirven para humedecer en los otros el recuerdo y lograr que ahí florezca la memoria de Dios, no sirven para nada ".       LAURA  ESQUIVEL.

   Había una luna timorata y el mar estaba quieto la noche que decidí traer a mi memoria, el eco de las voces de mi tierna juventud y aquellos momentos de felicidad completa.
   Después de una larga sucesión de tormentas, dispuse darle descanso a la historia de mis pesares, pues ya me dolían el aire y el suelo que pisaba.
   A medida que recordaba se me iba endulzando la memoria y el cielo se llevaba mis dolores.
   Las imágenes se sucedían como en el cine y de pronto, súbitamente tuve ante mis ojos, aquella muchacha enamorada, casi una niña aún, miel y tersura, de risa clara y bulliciosa, siempre halagada por el hombre que la había elegida , en la primera mirada, sin dudar.
   El amor tiene palabras extrañas, más transparentes que el agua del mar y esas palabras me convirtieron en pura carcajada y espuma ...
   Cuando entré al caserón sentí un presagio de buena suerte. Tenía trece habitaciones, encadenadas una con la otra, pero lo hermoso era el patio de tierra, al fondo, atiborrado de árboles y flores. Un inmenso álamo  me cobijó al instante, variedad de crotones multicolores, rosas , margaritas dobles, violetas escondidas, pensamientos de terciopelo, tres naranjos colmados de azahares y un jazminero,rebosante de pimpollos, cuyo perfume trepaba el aire , iba y venía a merced del viento.
   Fue un alivio, porque no sabía vivir sin los jazmines.
   Ese fue mi tiempo de descanso, cuando mi destino movía sus hilos con suma delicadeza y a mi amado sólo le movía el afán de protegerme.

   Un día como tantos, acariciando mis jazmines del cabo, esta niña huérfana de setenta años, decretó para su alma:

                 Y MI VEJEZ SERA CONTENTA ...

   Bueno, quizá no lo haya logrado totalmente, porque el infortunio suele acompañarme, pero siempre repito el mantra que inventé para mí:
                 Y MI VEJEZ SERA CONTENTA ...