martes, 11 de febrero de 2014

PALABRAS DE SINDEL.

                         PALABRA.

21 de  marzo.
...Aquella fue una mañana silenciosa.Un suave frescor
anunciaba el otoño , la estación de la nostalgia,
de la saudade ...
   Las horas se deslizaban descalzas , lentas, en puntillas,
nadando entre los gemidos de la parturienta.
   El reloj clavó sus agujas en las 13:00 , en simultáneo
tocaron a rebato las campanas de la escuelita llamando
a clases , en el pequeño pueblo de tierra salvajemente
colorada, lamida por las aguas transparentes del río
Uruguay, el río de los pájaros.
   Ese día nació esta niñita de los grandes ojos color miel,
que berreaba sin parar.
   La partera dijo : "-esta gurisita vivirá enredada con
las palabras ". Presagios que se cumplieron. ¿Gualichos...?
la curandera echó leña al fuego  -" Las palabras trazan
los destinos de los hombres. Lo que veo ?  esta guainita
que va a llorar ... va a llorar ...-"

   Cierro los ojos y me acuno en los recuerdos .Un tibio
aroma de cenizas me envuelve. Ciertamente , desde
mi más tierna infancia he batallado con la palabra.
Ella me enamora locamente, me fascina y le temo,
todo a un tiempo.
   Palabra: delirio y éxtasis de los poetas.
   Has sido mi amiga, mi amante, alimentaste mi ego,
conocimos el mundo mágico de las hadas y los duendes.
bailamos, perseguimos mariposas azules , creamos
cuentos, parimos historias ,derrochamos belleza  ,
ternura y portamos en las manos, una pizca de locura.
   ¡Ay, palabra ...!!
   Un día cualquiera, de un diciembre bochornoso,
diez años atrás te convertiste en mi enemiga.
Cruel condena la tuya.  Te llevaste a cuestas a mi hijo.
Me hiciste pedazos. Me destruíste , he mordido el polvo,
me he revolcado en la desgracia , he llorado hasta quedarme
sin lágrimas ante el hielo de la indiferencia.
   Y aún hoy, de tanto en tanto, vuelves a condenarlo
porque una vez no alcanza.

   Tú y yo tenemos un amor enfermo. Vamos y venimos.
Tenemos momentos blancos : yo te bendigo.
   Palabra: lujuria del alma.

Tenemos momentos oscuros: yo te maldigo Te regodeas
en mi herida que nunca sanará.
Pasen los años que pasen , siempre estará en carne viva.
   Palabra: ramera de lujo.



   Podríamos deponer las armas , tomar aliento y volver
a amigarnos porque te lo voy vaticinando , como aquella
bruja que me vio nacer.
   Un día, el deseo de ver a mi hijo , la desesperación de
tenerlo, me llevarán a la tumba.
   Y tú, palabra , arderás en los infiernos , en un dolor
   sin fin ...
                                 María del Carmen Názer.