jueves, 8 de agosto de 2013

CUENTO PARA UN DESEO.


                                             ...A mi amigo ...
                                                aquel que ha sido siempre
                                                el que no tiene puertas .
                                                                HAN  SHAN.

   Sé de una dulce niña , de grandes ojos color café, que anhelaba armar un collar de palabras , que se extendiera hasta el infinito , llegara al cielo , contara todos los cuentos de todos los mundos y pidiera un deseo. Un deseo de amor.
   Un día cualquiera de otoño, se metió en el bosque . Mientras sus pisadas chiquitas hacían crujir las hojas que caían en puñados , dibujando en el suelo un rico tapiz en la gama de los marrones y naranjas , ella buscaba entre el verde de las hojas que aún quedaban, una casita redonda donde , a veces, descansaba el sol , antes de ensangrentar las últimas horas de la tarde.
   El buen espíritu del bosque prometió ayudarla y llamó a los pájaros, que vinieron desde distantes árboles, armando un gran alboroto.
  El primero en llegar fue un pequeño gorrión, herido en un ala , que miró a la niña con ternura. Entró luego una paloma blanca como la nieve y la niña pensó -Ella llevará el mensaje - Lo pensó y lo guardó en su corazón cantándole en el pecho.Llegaron otros pájaros que aletearon felices y volvieron a salir.
   De pronto, la casita se llenó de flores. Una mariposa azul voloteaba con donaire.Los jazmines impregnaron todos los espacios con su aroma dulzón y penetrante.Una bellísima camelia rosada se ubicó displicente . La niña jamás había visto semejante belleza , pero descubrió que no tenía perfume y le tuvo mucha pena. Se amontonaron violetas, alelíes, margaritas, rosas y calas arrogantes que se quedaron afuera, como guardianas de lujo.
   Y el espíritu del bosque preguntó a la niña qué era lo que más quería y la chiquilla se le contó al oído.
   Un águila magnífica con alas de oro se presentó de pronto, ante el asombro general y tomó con su pico un pequeño papel con un mensaje que  decía :  QUE NO LE DUELA NUNCA MAS.
   Y el águila dorada desbordando amor alzó vuelo y se perdió más allá de las nubes, hacia la eternidad, hacia la luz.
   Para siempre, para siempre y para siempre.



GORRION DE LA VIDA.


¡Hay luz en mi ventana ...!!
Un pajarito pía , dulce, suavemente...
¡gorrioncito de mi vida...!.
Trae soles de ternura
y en su piquito de oro
los besos que me anda debiendo.
Se lleva todas mis sombras .
Me ha traído de regalo
sueños de caracolas
y caricias a montones .
¡Se hizo la luz en mi alma !
Esta mañana de azul oro
ya se ha llevado mi noche.

                                      María del Carmen Názer.