Quien no hace una elección,
muere a los ojos del SEÑOR,
aunque continúe respirando
y caminando por las calles ."
PAULO COELHO.
Muchísimas personas forman filas frente al Ministerio de Acción Social. LLevan en las manos
variados y multicolores recipientes que llenarán con un guiso frío y desabrido.Los observo con detenimiento. Esa gente no se enoja. sólo espera que el tiempo pase. Hombres y mujeres, de rostros consumidos, flacos y harapientos, en el límite de la pobreza, con los sueños deshechos, sin esperanzas, incapaces de seguir luchando, cansados ...
Un borracho , en mitad de la calle, habla a los gritos. La gente, divertida, se mofa de él. Yo siento su mirada turbia recorriéndome como si una mano mugrienta, se posara en una de mis toallas nuevas, blancas, delicadamente bordadas.
Soy cobarde, si tuviera valor, dejaría que se apoye en mí , pero me hago a un lado, escondiéndome. Esta zona de muerte me aterra, me enfrenta cruelmente a una realidad que no ignoro, pero que preferiría no ver,La cola siguey serpentea.Una ración y otra ...va pasando de mano en mano. Ahi va un abuelo que ya no puede sostener con firmeza su tazón.
Es un día de otoño, gris, inclemente.El frío lastima los cuerpos ateridos y se pega a
la piel, atraviesa las ropas raídas y duele...
Del lugar asoma una mujer, que a viva voz avisa que se terminó la comida..La pobre gente baja la cabeza ardiendo de verguenza y cólera pero no dice nada, porque es absurdo rebelarse con la panza vacía.
Me hubiera acercado a esos seres desesperanzados, les hubiera dicho una palabra de aliento,aunque más no fuera una sola. Hubiera acariciado las cabecitas mugrosas, hubiera sido más generosa, más humana. Pero siempre digo : los hubiera no sirven para nada.
He sido pusilánime, miedosa, he guardado el amor sólo para mí y es un amor robado, estaba destinado a mi hermano y yo lo he desviado.
Ahora temo el juicio de Dios ., Me parece que al fin de los tiempos el SEÑOR hará desfilar ante mí los rostros de esa gente que acabo de ver y se transformarán en un reproche
vivo, en un largo grito de angustia que no tendrá fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario