Uno vive esforzándose por ser feliz. buscamos lo mejor dentro de lo que nos tocó,
cargando con la mochila que también nos tocó.
Y batallamos... batallamos... buscando el diamante perdido. Sólo que a veces el
peso es tan grande que por momentos bajamos los brazos.
Uno nunca se acostumbra al dolor, a duras penas si lo acepta. La metáfora sería :
"DESPUES DEL AGUACERO; SEGUIMOS EMPAPADOS "
Hay días ... y días...
Hoy quisiera estar en ese lugar de la imagen, escondida, con la mente en
blanco. Sin la mochila. claro.
Mañana ... será otro día...
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