"Nunca te apagarás, hermano mío,
si trasciendes el agua
si rebasas el fuego.
Del interior del cántaro
no brota sino aquello
que puso el vinatero"
RUMI.
En una lenta
suave melancolía
descansan mis ojos cansados,
dormitan en los vagos colores
de aquella delicada niñez,
en el atardecer correntino
adormecido en los naranjales,
en las últimas hojas
del color de la melaza
que bendicen el otoño,
en el azul malva del cielo,
en las aguas lunadas,
en los pájaros como flores
en las flores como pájaros en vuelo,
mientras una tierna canoíta
se va borrando ...
Una garza soñadora se estremece.,
se estremece de gozo.
La plenitud acaricia mi alma ...