" Ven enseguida , tan pronto
como se abren los capullos
como el viso del río
sobre las flores ".
IZUMI.
Se oyó a sí misma susurrar:
"Ahí está"...
Y era perfecta, luminosa
suave como la seda
extremadamente delicada
como un pétalo
como una flor,
a kilómetros
océanos y husos horarios
de distancia
a un palmo de la espuma
donde sueñan las caracolas
a kilómetros de pena
de mar y cielo.
Ella, mi alma
sin anunciarse
partió a buscarlo
en el suspiro de una ola
en el oleaje de jade blanco
en la perpetuidad del destino.