viernes, 21 de junio de 2013
INOCENCIA ESTREMECIDA.
Una enamorada
dulce, estremecida
canta odas a las caracolas
a orillas de un mar
lleno de espejos.
Sus ojos
de jade esperanza
sus manos untadas de luna
recogen los rayos plateados,
los guarda en cuencos de oro.
Húmedos, furtivos, descalzos
se acercan los besos hambrientos
del juglar amado
aquél que bebió su inocencia
en sorbo de aguas azules.
Trémulos de gozo
reciben al amor
entre la luz y el alma.
María del Carmen Názer.
"Se hizo el amor mi huésped
y malhirió mi alma "
RUMI.
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