Ahí está ...
extraña, silenciosa
los ojos de jade
prendidos a ese mar
que no se acaba nunca .
Prisionero de los pensamientos
florece el recuerdo
la cabaña de bambú
la hamaca blanca
trenzada con hilos azulinos.
El amor , las caricias y los besos
a la luz de la luna.
Un pequeño milagro ...
Acaricia delicadamente su flauta
desata en ella
dulces trinos
indeciblemente hermosos.
Melodías tan bellas
rozando la divinidad.
Piensa en su amor
al otro lado de la orilla.
Las lágrimas al caer
humedecen su rostro
sus manos de terciopelo
y mansamente el aire.
Una mariposa volotea... volotea ...
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Se le pierde la playa
la arena de espejos
que se mueve apenas
en el sutil destello
de una estrella fugaz...
y una brisa de adioses
esponjan su alma.
