"Hay dolores que se dicen callando
pero duelen igual "
Eduardo Galeano.
Eran tiempos
de un eterno otoño
cuando contaba las monedas
para hacerme de tus libros.
A tí te debo
la magia que habita en mí,
aprendí a ponerle alas a mis sueños
descubrí que sólo las palabras
me salvarían
Con ellas podría conocer
cuanto quisiera
no tendría muros ni cerrojos
el mundo sería mío
y podría tejer historias
contar y contar ...
llevar la magia con los vientos
sobre las alas de una mariposa azul.
Gracias Gabo ...!! ¡ Hasta la eternidad !
Acá están las rosas amarillas que tanto te gustaban.
"... Dentro sólo había un enorme bloque transparente,
con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba
en estrellas de colores la claridad del crepúsculo..."
CIEN AÑOS DE SOLEDAD.