Un haiku es un poema breve de aproximadamente 17 sílabas que suelen estar organizadas ( 5 - 7 - 5 ). El haiku no tiene título ni rima en japonés, su simplicidad es tal que podemos prescindir de signos de puntuación y mayúsculas , de alguna forma se parece a lo que decimos hablando. En concordancia , en el haiku abundan los sustantivos.
El primero en emplearlo es Shiki en el siglo XIX. En cuanto al contenido "HAIKU" es simplemente lo que está sucediendo "en este lugar, en este momento"
El poema suele tratar de la naturaleza, de la realidad, de lo percibido por los sentidos.
Bashó está considerado el mayor poeta de la historia de Japón.Bashó será toda su vida un constante peregrino, de vida ascética y pobreza material.Escribió la poesía que vivió y vivió la poesía que escribió. Su poesía es acorde con la espiritualidad budista y gracias a su vida humilde, en constante contacto con la naturaleza y con los pequeños detalles, encuentra en cada poema el sentido eterno del instante fugaz.
EL HAIKU EN OCCIDENTE.
México : cuna de la mayor parte de los grandes autores de HAIKU en español, el siglo pasado..
José Juan Tablada : el más personal de los autores influenciados por el HAIKU en lengua española.
TABLADA introduce ciertas modificaciones en el HAIKU tradicional, cuales son la introducción del título y el uso de la rima.
En ESPAÑA, el HAIKU deja su primer rastro en JUAN RAMON JIMENEZ, FEDERICO GARCIA LORCA, ANTONIO MACHADO, RAFAEL ALBERTI, LUIS CERNUDA ...
En ARGENTINA: JORGE LUIS BORGES ...
o el uruguayo MARIO BENEDETTI.
HAIKUS de BASHO.
si en el crepúsculo
el sol era memoria
ya no me acuerdo. las hojas secas
son como el testamento
de los castaños.
la mariposa
recordará por siempre
que fue gusano.
óyeme, oye
muchacha transeúnte
bésame el alma.
dame cobijo
con toda la ternura
que te he prestado.
las soledades
está demás decirlo
siempre andan solas.
este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
Julio Cortázar.
"A la madre de Junko le emocionaban los haikus. Al igual que los arreglos florales del ikebana, la poesía japonesa era calma y solemnidad, concentración en el momento, en el ahora, en cada movimiento por sutil que fuera, como la inclinación de una planta buscando el sol de la mañana. "
De "El haiku de las palabras perdidas " de Andrés Pascual.