domingo, 26 de abril de 2015
LAS PALABRAS DE SINDEL.
"Flores no, sino piedras
surcan la arena
estriada. Y florecen ".
TAIYE SELASI.
Sobre la arena,
respiran diminutos diamantes,
como arrojados por algún
duendecillo negro.
Se abre un hueco en el aire
y un pequeño picaflor
portador de presagios felices
llega hasta la diosa de ébano.
En silencio y soledad,
la mujer,
de una belleza sobrecogedora
prepara la ofrenda. Sus manos, enjoyadas
con profusos abalorios africanos
se mueven con delicada destreza.
Acomoda ovillos de pasto
hibiscos de fuego
flores pequeñitas y espléndidas
de un violeta intenso,
azaleas desaforadas,
caracolas dormidas, licores ...
El pajarito volotea a su alrededor
y la ternura destrona
al dolor de las pérdidas,
las cadenas del odio,
las heridas del cuerpo
las magulladuras del alma,
el pasado de sangre.
La mujer eleva su ruego
mece las viejas penas
en un suave llanto.
Hay una extrema dulzura
en sus ojos oscuros,
jaspeados de verde.
Ha perdonado ...
Llueven lágrimas de luz.
"The offering "
Paul Lewin.
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