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"La niña llegó a la casa
para desatar cariños"
Manuel Castilla.
En su cama de espumas
duerme Delfina,
la de los ojos enormes
cazadores de asombros y de lunas,
la de la piel
amasada con la blancura
de un lirio blanco
fina como el jade
delicada en sus gestos.
La dejó el otoño
envuelta en ocres y belleza
hace seis años
justitos y contados.
Una petalada de amor desmesurado
la acunó dulcemente,
sanó heridas, devolvió la risa.
Hoy, en sus manitas caben
pájaros dormidos
capullos de flores
cuentos y milagros
hadas y duendes
y el espléndido sol
de este Corrientes de miel.
Pájaros de luz rezan su nombre.
¡Feliz cumpleaños Delfina !
Tu abuela.
