baila con las ondas.
Asomada al horizonte
como un sauce de oro
canta con las golondrinas
del devenir.
Borda el rocío a su falda
enciende un sol de jade
recoge
los puros sentimientos del nenúfar
y los guarda
en el manantial de su sonrisa.
Mira
pasar los ladridos azules
de la tristeza,
les dice adiós
con su gorrión al hombro
chorreando luces.
Y de sus dedos escapa
un caballo amoroso
galopando hasta perderse
en los caminos malva.
Con sus ojos suave
como la dulce madera
abraza al río
posa allí
su tierna ilusión de niña
y comienza
el vals sublime de su alma
bajo la lluvia más feliz
de los jazmines.
de Maite ( VOLARELA )
ELLA. CON SU GORRION AL HOMBRO.
. |